domingo, 2 de junio de 2013

Esto es lo que preguntan los hombres sobre el sexo


El tamaño del pene, la duración del coito, cómo hacer que la mujer llegue al orgasmo, entre otras cosas, son algunas de las preguntas de los hombres. Conoce cuáles son las dudas más comunes entre ellos.
1.¿Es malo masturbarse, causa acné?
No. Todas las creencias populares, mitos, tabúes y supuestas enfermedades asociadas a la masturbación son falsas. La masturbación es una práctica sana que no causa ningún tipo de enfermedad ni de trastorno ni mucho menos es la causante del acné juvenil o de que el pene se tuerza.
El acné es una consecuencia más del cambio hormonal por el que pasan los adolescentes y no tiene ninguna relación causa-efecto con la masturbación. La masturbación, en solitario o en pareja, es una práctica normal, sana y recomendable como forma de conocimiento del propio cuerpo y de la sexualidad, y algo absolutamente saludable a lo largo de toda la vida sexual de una persona.
2. ¿Qué es el clítoris y dónde está?
El clítoris se encuentra justo en el punto de unión superior de los labios internos, por encima de la entrada de la vagina y del meato urinario. La única parte visible es la cabeza clitoridea, que tiene forma de botón y puede verse si se separa con suavidad empujando hacia arriba la piel que lo recubre. En él se localizan terminaciones nerviosas receptivas que lo convierten en la parte erótica más sensible de la mujer.
El clítoris es sumamente sensible al tacto, a la presión y a la temperatura, por lo que la forma de acariciarlo debe ser sumamente delicada ya que el contacto directo puede ser doloroso. La mayor parte de las mujeres llegan al orgasmo a través de la estimulación del clítoris, de ahí su importancia en las relaciones sexuales.
3. ¿Qué es un ‘gatillazo’ y cómo puede evitarse?
Lo que en términos populares se conoce como ‘gatillazo’ se refiere a la llamada, en términos clínicos, ‘impotencia situacional’ o pérdida súbita de la erección. Puede aparecer de forma ocasional y se considera natural si no afecta a más del 50 por ciento de los coitos.
Normalmente se debe al progresivo descenso de la producción de una hormona masculina (andrógenos). El consumo de alcohol y tabaco, algunas medicaciones como los antidepresivos o la rutina sexual favorecen su aparición. Sólo en un tercio de los casos se debe a problemas físicos y el 90 por ciento son tratables.
La causa más frecuente entre los jóvenes es el consumo de alcohol y pastillas, y entre los adultos, el estrés, el cansancio o el miedo a ‘no dar la talla’ durante el acto sexual. O bien que la fisiología no acompañe al deseo. La satisfacción sexual no está directamente relacionada con el tamaño del pene y depende de muchos más factores.
4. ¿Qué es la eyaculación precoz? ¿Tiene solución?
La eyaculación precoz se refiere a la incapacidad del hombre de controlar el reflejo eyaculatorio, alcanzando el orgasmo demasiado pronto, lo que conlleva problemas psicológicos frente a la pareja. Aunque suele afectar más a hombres sin experiencia, también puede sobrevenir por situaciones de estrés, ansiedad o falta de motivación. Las causas suelen ser psicológicas y no hay ninguna medicación que la cure.
La forma de controlar el reflejo eyaculatorio pasa por el aprendizaje, lo que requiere la visita a un terapeuta sexual. Los ejercicios de Kegel, junto con el aprendizaje de técnicas de relajación, son actualmente la terapia más efectiva. Estos comienzan con la práctica de la masturbación en solitario para, una vez controlado el reflejo eyaculatorio, pasar a la masturbación en pareja.
El objetivo es identificar el punto de ‘inevitabilidad eyaculatoria’ para saber parar justo antes. En ese momento hay que detenerse, relajarse y comenzar de nuevo cuando el nivel de excitación haya disminuido.
El control de la eyaculación también está relacionado con la postura en la que se realice el coito; normalmente, el hombre tiene mayor control cuando está tumbado boca arriba.
5. ¿Qué es la impotencia? ¿Tiene solución?
La impotencia o disfunción eréctil (DE) es la incapacidad de lograr o mantener, al menos en un 25 por ciento de los casos, una erección suficiente para una actividad sexual satisfactoria. La mayoría de las veces es debida a problemas físicos, aunque no hay que descartar los psicológicos.
El estrés, el nerviosismo y a veces el miedo por quedar mal pueden acarrear disfunciones eréctiles temporales e imposibilidad por finalizar una relación de forma satisfactoria.
Los problemas de erección pueden producirse por la alteración de uno de los mecanismos que la hacen posible: bloqueo de las arterias, incapacidad de los vasos sanguíneos del pene para almacenar sangre o daño en los nervios de la zona. También puede deberse a bajos niveles de hormona masculina (testosterona).
Ciertos medicamentos, depresión o hábitos de riesgo (tabaquismo, alcohol, drogas y el estrés) también pueden estar entre las causas. Actualmente hay muchos tratamientos eficaces y seguros en función del problema que la cause: medicamentos como el Viagra, terapia psicológica, cambio de los hábitos de vida, cirugía, etc.
6. ¿Influye el tamaño del pene en el placer femenino?
La preocupación por el tamaño del pene es habitual en los hombres y, muchas veces, se convierte en causa de inseguridades, complejos y hasta disfunciones sexuales. Sin embargo, la satisfacción sexual no está directamente relacionada con el tamaño del pene y depende de muchos más factores. La excitación femenina tampoco depende del tamaño, ya que es el primer tercio de la vagina el que concentra el mayor número de terminaciones nerviosas.
7. ¿Qué es el Viagra?
No se trata de un afrodisíaco ni de una hormona, sino de un medicamento que ayuda a conseguir la erección cuando hay estimulación sexual. Se toma ‘a demanda’, es decir, cuando se desea, y su acción comienza a la media hora y dura hasta cuatro.
El principio activo del Viagra es el sildenafilio, una sustancia que inhibe de forma selectiva una enzima llamada fosfodiesterasa tipo 5 (PDE-5), que se concentra especialmente en el pene. Esta inhibición se traduce en una dilatación de los vasos sanguíneos del miembro masculino, lo que permite la afluencia de la sangre cuando se está sexualmente estimulado y, por tanto, facilitar la erección.


No hay comentarios: