Siempre
han sido controvertidas las opiniones acerca de si el sexo antes de
las competencias deportivas son o no adecuadas.
Hoy en día existen estudios que
nos muestran los efectos de las relaciones
sexuales previas a las competencias deportivas o el entrenamiento
físico. En base a los aportes científicos, podremos dilucidar si las
influencias del sexo son positivas o negativas para los deportistas.
Entre las investigaciones, hay
quienes expresan que mantener relaciones no sólo no reduce el rendimiento deportivo,
sino que incluso, lo mejoran.
Involucrada en este mayor rendimiento
físico producido por las relaciones sexuales, se encuentra la hormona testosterona, hormona
sexual encargada de aportar los caracteres físicos masculinos, entre ellos,
la vellosidad, la voz, el desarrollo muscular, entre otros.
La testosterona, más allá de
cumplir un rol fundamental en la reproducción debido a que estimula la
espermatogénesis, tiene la capacidad de intervenir en el metabolismo
proteico, en el crecimiento muscular, incrementa el depósito de fosfocreatina y
la síntesis de glucógeno muscular. También estimula y genera
agresividad.
Además, la hormona varía junto a
los entrenamientos deportivos, ya que se eleva al iniciar la actividad y
alcanza su punto máximo tras los 30 o 40 minutos. Después se inicia el descenso
alrededor de los 90 minutos de haber iniciado el entrenamiento, momento en el
cual, el rendimiento físico también disminuye.
Pasados
los 40- 60 minutos, los niveles de testosterona en sangre se restablecen y se
puede iniciar otra etapa de entrenamiento.
Otros
estudios han demostrado que los ejercicios cortos e intensos,
favorecen los niveles de testosterona en sangre, sin
embargo, los ejercicios extenuantes y prolongados reducen notablemente los
niveles de la hormona.
En Italia se relacionó,
específicamente en una investigación, el sexo y las competencias deportivas,
siendo el resultado que las relaciones sexuales antes de las competencias
estimulan la producción de testosterona y por ello, aumenta la potencia de los atletas.
También se sabe por un estudio
israelí que las mujeres deportistas
incrementan su rendimiento deportivo conjuntamente al número de orgasmos.
Entonces, podemos ver que la
testosterona se incrementa en sangre con las relaciones sexuales y con algunas
modalidades de entrenamiento físico.
Pero lo que importa aquí es saber que, mantener relaciones sexuales incrementa los niveles de testosterona, a
través de ésta se mejora el rendimiento físico, la potencia y la agresividad en
deportistas de ambos sexos.
Cabe
aclarar que las relaciones sexuales beneficiosas para el deporte son
aquellas que se ocasionan en circunstancias controladas y con una pareja
estable, las cuales sólo ocasionan un gasto de 100 calorías
aproximadamente y no implican un agotamiento físico.
Lo que no se aconseja desde el
punto de vista profesional, es el uso de productos sintéticos o suplementos de
testosterona debido a que son considerados drogas prohibidas en el
deporte y pueden ocasionar efectos adversos considerables.
Desde el punto de vista
científico podemos acabar a los mitos y creencias que rondan este tema y
afirmar que, por cambios hormonales, mantener
relaciones sexuales antes de las competencias mejora el rendimiento deportivo.
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